¿Cómo cerró el último sexenio en materia de finanzas públicas y qué debe cambiar la próxima administración para atraer inversión y empleo?
Nuestro socio Jaime Rojas, especialista en fiscalización, conversó con el periodista Leonardo Curzio en su espacio de radio nacional para responder estas y otras preguntas clave sobre el futuro fiscal de México.
Enfoque en la administración tributaria: se privilegió la eficiencia recaudatoria sobre la creación de una política fiscal integral.
Falta de coordinación: políticas de gasto e ingresos trabajaron en silos, afectando la planeación de largo plazo.
Presión sobre contribuyentes cumplidos: sin nuevos incentivos, la carga efectiva aumentó para ciertos sectores.
Incentivos claros a la inversión y al empleo.
Simplificación administrativa real que reduzca costos de cumplimiento.
Estabilidad jurídica para detonar proyectos de mediano plazo.
“El reto no es sólo recaudar más, sino recaudar mejor y promover crecimiento”, enfatizó Rojas.
México es referente en facturación electrónica, pero la adopción tecnológica no vino acompañada de estímulos a la innovación empresarial.
Integrar big data y analítica predictiva podría mejorar la detección de riesgos sin aumentar la carga documental.
Cumplimiento estricto de obligaciones (art. 27 LISR y 5 CFF).
Aprovechar los incentivos vigentes (estímulos fronterizos, deducción acelerada, I+D+i).
Monitorear iniciativas de reforma tributaria para anticipar impactos financieros.
El próximo sexenio enfrenta el desafío de equilibrar recaudación eficiente con crecimiento económico sostenible. La colaboración público‑privada y una política fiscal alineada con la economía digital serán determinantes.